Consejos para las mujeres que viajan solas en el Perú
Como el Perú es un país latinoamericano, no es una excepción a la regla general vigente en el subcontinente: la precaución. Y en particular para las mujeres que viajan solas: si bien la inseguridad y el riesgo que conlleva están presentes tanto para los hombres como para las mujeres, el aspecto sexual del peligro al que se enfrentan las mujeres exige una vigilancia especial para estas últimas. Sin embargo, si sigues algunos consejos de sentido común y abres dos ojos en vez de uno, tu viaje a Perú será tranquilo.
- En primer lugar, evitar hacer escapadas en solitario en zonas de las afueras de las ciudades, que son más completamente urbanas pero aún no rurales. Hay menos gente moviéndose, pero son fácilmente accesibles, y la gente malintencionada puede esperarte sin ser notada.
- En segundo lugar, evita caminar solo por la noche (después de las 10 pm). Después de ese tiempo, siempre viaja con un acompañante o en taxi.
- En tercer lugar, tomar siempre un taxi seguro (radio taxi, con identificación oficial, etc.), especialmente de noche, y sobre todo de las zonas donde los turistas están acostumbrados a beber.
- En cuarto lugar, no confíe espontáneamente y no siga a un extraño (especialmente si es un hombre), sobre todo si se encuentra en dirección a una zona oscura o poco frecuentada. No te dejes persuadir por un extraño, aunque parezca muy agradable y amistoso.
- Por último, si está en un bar o club nocturno, vigile de cerca su bebida y a quien se acerque a ella, para evitar que se viertan sustancias no deseadas en ella. Recuerde que los incidentes, cuando ocurren, suelen ocurrir por la noche, y cuando la persona está bajo la influencia del alcohol u otras sustancias.
Recuerde: la gente que se encuentra inesperadamente en la calle puede ser de buena fe o bien intencionada, pero no necesariamente. La desconfianza reina en la sociedad peruana: no es una regla que se aplique sólo a los turistas. Sin embargo, como hábito en nuestros países relativamente más seguros, el nivel normal de vigilancia suele ser menor entre los turistas, lo que los convierte en blancos fáciles.
En general, las grandes ciudades son las más peligrosas (sobre todo Lima); en el campo, podemos decir casi al 100% que no te va a pasar nada.